miércoles, febrero 17

unas cuantas despedidas

 Nos hemos despedido tantas veces que siempre siento que esta será realmente la última y que se hará, tal vez, aunque sea, un poquito más fácil, pero te veo a los ojos y todas nuestras despedidas anteriores vuelven a doler y a despedirse, veo la primera, con tus ojos llenos de lágrimas y miedo, un último beso, la siguiente, tus ojos escapando de los míos y tus manos evitándome, otro último beso, otras, sin siquiera verte, pero sintiéndote triste, lejos y seguro, la última, con tus ojos esquivos, raros, hasta un poco arrepentidos, se me va tu voz y lo que fuera que habías dicho, se me deshacen tus manos y un poco me olvido de tu olor y ahí sé que no te despido más, porque esta es la última vez que me despido, mis ojos siempre llenos de llanto, mi garganta con ese nudo repleto de miedo, de palabras por decir, mis manos y mis brazos queriendo robarte un poco más de caricias, un último abrazo que me diga que esta vez te quedas y mi mente siempre segura de que te vas para ya no volver, para, de una vez por todas, finalmente, desaparecer.