jueves, septiembre 29

¡POP!

Solo, en la esquina, el burbujero, soplando sus burbujas, dejando que se las lleve el aire, como quien comparte en susurro sus sueños.


Las burbujas flotan y hacen ¡POP!, me pregunto si pasa lo mismo con sus sueños...

jueves, septiembre 15

Llegará un momento, asumo, en el que podré pasar un día sin pensar en ti y, al instante, lo haré de nuevo, mientras diga ''lo logré''.

sábado, septiembre 10

El baile de mi vida

Quiero que seas tú quien me invite a bailar, que me tomes de la mano y giremos al compás de un buen foxtrot. Que en este baile, seas tú quien me aprisione por la cintura y me haga brillar. Quiero que compartamos esta pieza, esta única pieza y, con los ojos cerrados, bailemos, que bailemos sin que importe quién nos ve o si nos ven. Este baile, en tu compañía, es más delicioso, la música se encarga de hacer a nuestros pies flotar, confío en tu mano, te dejo ser quien guíe y me dedico a observar la música con los oídos, a perder mis ojos en los tuyos y a bailar. Solo bailar, mientras giro de tu mano y sonrío soñando con no dejar de moverme. Bailo, bailo contigo y bailo, simplemente, bailo.

Recomendación: Leer esta entrada mientras escuchan "Trotting in" de Dancing Mood, o, en su defecto, "One more dance" del mismo grupo (http://www.youtube.com/watch?v=qYutav6fChs)

lunes, septiembre 5

No sé si la tarde se había cansado de mí o yo de ella, si ya había andado todos mis pasos, si lo había besado lo suficiente, si mis lágrimas iban a secarse alguna vez o las suyas calmarían las mías. No sé si la ciudad recuerda mi olor o mi nombre, aunque yo recuerdo los suyos, no sé si mis lágrimas se mezclaron con las del cielo, pero sé que el cielo me lloró, me lloró como nunca antes me había llorado y solo fui capaz de susurrar un 'hasta luego'.

viernes, septiembre 2

Muchas veces, sin querer, te cruzas en mis recuerdos, no es que no te quiera en ellos, no me malinterpretes, pero tú tienes un lugar exclusivo al que, de vez en cuando, me gusta llegar. En cambio, cuando te mezclas con mis recuerdos, me confundes, me mareas, llamas a la nostalgia y la muy buena se queda a hacerme compañía, te pido, por favor, te mantengas en ese bonito cuarto que te he dado en mi memoria y no salgas, a menos que te llame. Estoy tratando y apreciaría que lo respetes y me apoyes, que te mantengas lejos de mis pensamientos por un tiempo, mientras se borra de mis ojos la imagen de los tuyos, mis manos se acostrumbran a la ausencia de las tuyas y mientras yo me enfrento conmigo sin tus brazos para contenerme. Espero buscarte en ese cuartito pronto y recordar nuestras charlas largas riendo, hasta eso, adiós.

Recuerdos que mis ojos nunca vieron

Me cuentan, me cuentan de una mujer fina en su andar, en su vestir y en su actuar. De una mujer fría, pero detallista, de una mujer preocupada por sus hijos, de una dama capaz de callar y ensimismarse para mantener a su familia unida. Siento que si cierro los ojos voy a poder verla sentada, cosiendo y que, si escucho con cuidado, no tardaré en oír su voz canturreando alguna canción de amor o de sueños. Talvez soy yo, que la dibujo a mi antojo en mis recuerdos, donde nunca existió; talvez somos yo y mis ganas de disfrutar de su compañía, de su presencia, de su elegancia; talvez soy solo una nieta que amaría conocer a su abuela.


En memoria a Clemencia Del Alcázar Gibertti, mujer encantadora que partió el 5 de diciembre de 1967.