jueves, abril 28

Dulzura


La canción empezó a sonar. Lo vi, con sus ojitos repletos de llanto, de tristeza, buscando los míos, le dije: "cámbiala", sonreí y él conmigo. Me dio un beso y entendí que lo que menos quería era, alguna vez, hacerme daño.

L: Me siento tan orgulloso de haber conocido a alguien como tú, sin tener el derecho. Deberías estar en otro lugar, te mereces algo mejor y, sin embargo, como, quién sabe quién, te enseñó, estás aquí, enseñando a ver al ciego.


Yo: El orgullo es mío, la vida puso en mi camino a un ser excepcional, que es capaz de entenderme y aguantar que hable como si lo supiera todo. Estoy en el mejor lugar en el que podría estar, a tu lado.


obacerate:

(by kyra c.)
Yo: Nadie nos hizo perfectos y quien espera que lo seamos, ESTÁ LOCO.

L: Entonces todos lo estamos, ¿verdad?


Yo: Todos lo estamos, porque buscamos utopías, pero es rico estar loco, aunque cagado cuando no cumplen tus espectativas. Pero ahí entra tu fuerza, tu decisión, hay cosas que decides afrontar con todo el montón de cosas que sabes que conlleva y aún así, aceptas, porque es lindo, porque funciona (o porque no), porque algo te empuja a escoger eso sobre lo otro. Sé que vas a tranquilizarte y las cosas van a mejorar; y si no, sé que te alcanza -y sobra- la madurez para hacer lo correcto. Sea lo que sea que vaya a venir, estoy contigo.


L: Es una broma, ¿quién eres? DIOS, estas ahí ¿cómo puedes ser de este planeta? En verdad, ¡TE AMO FREY!

Yo: Voy a estar siempre a tu lado, cerca o lejos, siempre a tu lado.

L: Necesitaré una forma de llevarte siempre...


Yo: En tu corazón


L: Eres muy grande, andaré jalando una carreta y te subiré ahí, me dirán "señor, no puede entrar con el bulto" y diré "aguanta, aguanta, ¡es mi guardián!"


Yo: Haces que te ame inmensamente, ¡qué suerte tenerte en mi vida, QUÉ SUERTE!

L: A veces creo que te burlas, pero está bien, al menos sé que no te irás en un momento difícil, aunque eres humana y tienes sangre en las venas; así que te debería perdonar


Yo: Si en algún momento me voy, te quedan mis ideas, te queda mi cariño y, si existe algo después, te queda mi cuidado desde donde esté.


L: Supongo que, con el tamaño de tu sombra, asustaré a cualquiera, pero sabes que me iré primero. Tú me enterrarás, me dará alguna enfermedad y moriré rápido, como se debe...


Yo: No me digas eso nunca más, porque sin un día me faltas, no voy a saber cómo seguir


L: Es que eres más fuerte y significo menos, yo no podría, me derumbaría mal. Eres mi eje, entonces, sería difícil vivir en un mundo, si no lo puedes entender. Moriría de locura, me quemaría el cerebro y estaría molesto porque Dios no me deja ganar ninguna batalla, nunca me deja ser el que no carga la pena o la culpa.


Yo: Entonces, pensemos en que nos iremos juntos de una manera tranquila, viejos, recordando cuentos pasados, tomando un café y comiendo galletas, ya sin dientes, sonriendo mostrándonos fotos de nuestros nietos...


L: Y los míos tendrán hijos y denuncias que pagaré como buen abuelo y los tuyos, sabrán leer desde el vientre de sus madres, serán genios.

Yo: Serán amigos de por vida, criados como hermanos, riéndose de lo caca que puede ser la vida tantas veces, pero felices de tenerse los unos a los otros para olvidar, por ratos, que no es siempre todo lindo


L: De lo chuta que es la gente y que la única sonrisa genial es de aquel que se llama Miller, porque ríe sin saber lo que en realidad significa

Yo: Miller es el símbolo de que siempre hay, por lo menos, un motivo para sonreír.


Las conversaciones contigo son siempre tan reconfortantes, gracias porque eres mi hermano, mi familia, porque siempre sabes cómo hacerme sonreír. Te amo mucho, mejor amigo, Luis Eduardo Bedoya Saisho.

En la vida no todo puede ser milimetrado, hecho listo para la cuadrícula, de vez en cuando, hay que salirse del camino.


(via withlovefromparis)
                                                                                                                             



miércoles, abril 27

Así de dulce


Por si no lo habían notado.


El secreto de la vida

Es fácil: No tomarse nada muy en serio.

Disfruten, no todo es fatal, ni tampoco es todo fácil y, cuando sientan que ya no pueden más, no se preocupen que pueden venir días peores.

De los amores (im)posibles

"En realidad, si hay un sentimiento bonito lo demás es manejable y secundario, pero que quede claro que no debe ser 'aguantable' porque aguantar es vivir con algo que no comprendes, la cosa está en entender cómo son las cosas y en decidir si aún así vas a hacerlas, afrontando todo lo que estas traigan"

Se lo dije a una amiga, hablando hoy, acerca de lo que puede hacer que una relación sea difícil -la distancia, los pocos permisos, la edad, entre muchas otras cosas- siempre van a haber cosas que hagan que el "estar con alguien" no sea cosa fácil, pero ahí -me parece- entra a tallar la fortaleza del sentimiento y la convicción, la consciencia que se tiene de lo que uno quiere y qué está dispuesto a hacer por eso que quiere. Porque, sí, es muy lindo cuando te dicen "Te amo, por ti, lo soporto todo" pero HEY, HEY, HEY, regresa, 5 semáforos más atrás, no puedes decir que amas a alguien, al mismo tiempo que dices que 'soportas', si amas no es cuestión de soportar, si no de disfrutar, no importa cuan adversas sean las circunstancias, se supone -o estoy completamente loca y yo lo imagino así- que el amor/el cariño/el deseo -llámese como se llame el sentimiento que los une- está para ser un deleite, en el que dos personas se complementen, se pelee, pero sean capaces de arreglarse sonriendo y, así, sean capaces, de juntos, sobrevivir a las cosas que puedan ir en contra de la continuidad de su relación.

Bueno, en definitiva, si quieres tener una relación, tienes que tener cojones (valentía) para actuar coherentemente con lo que dices sentir, porque las relaciones, TODAS, son difíciles, pero también son bonitas, son hermosas, si los corazones están listos para dar cuerda a su fuerza, a su sentimiento, si están listos para dejarse llevar por esa dulce magia que llamamos AMOR.

martes, abril 26

Cero fiaca

Tengo muchas ganas de ir a caminar sin rumbo, que haya neblina y un friecito que despierte mis ideas, tengo ganas de estar en ningún lugar. Tengo ganas de viajar sola a una ciudad donde me llueva arte y en cada esquina vea escenas de fotografía -no es que aquí no las vea-. Tengo ganas de tomar fotos en un bosque bien otoñal con un solcito que se confunda entre las copas de los árboles. Tengo ganas de repletar mis manos de agua cristalina y, con ella, refresacarme la cara. Tengo ganas de estar parada en medio de la nada y que caiga una lluvia de esas que empapan, que mojan hasta las ideas. Tengo ganas de comer un postre que se vea tan rico que parezca pecaminoso. Tengo ganas de escribir un libro bonito mientras tomo un buen café que me hipnotice con su olor a selva. Tengo ganas de dar un beso dulce que haga que me sonrían los ojos. Tengo ganas de bailar "Yellow bird" con alguien que me haga flotar tomándome por la cintura. Tengo ganas de vestirme con la moda de los 30's y tomarme fotos cursies. Tengo ganas de sonreírle a un extraño y que me sonría de vuelta. Tengo ganas de cerrar los ojos e imaginar algo bonito. Tengo ganas, también, de estar sola.

Tengo ganas de miles de cosas, pero, sobre todo, tengo ganas de disfrutar cada momento de mi vida, siendo YO.


La novia perfecta

Bueno, I'm just not. La femenina mujercita, coqueta y comprensiva, de pelo sedoso y brillante, mirada dulce, naricita respingada y labios suaves, no muy alta ni muy baja, no muy gorda ni tan flaca, con tetas notables pero no desbordantes, con potito levantado, bien moldeado y libre de cellulitis. La noviecita dulce, pero no asfixiante, que sonríe siempre al verte, que nunca se queja, que se ríe de todos tus chistes tontos, que no tiene días masculinos o días relajados en los que algo "tierno y apretadito" no es exactamente lo que va con su personalidad, que siempre se maquilla y lo hace en tonos suaves, que ama ir a bailar todos los fines de semana y hacer previas con tus amigos y los suyos, que coquetea contigo y sabe cuando darte celos, que soporta, que va a verte jugar al fútbol y después deja que vayas con tus amigos a algún lado que no imagina, que no te obliga a escribir acerca de ella, pero siempre te llena de mensajitos de amor, que saca fotos perfectas de los dos juntos, que está siempre a tu lado y nunca tiene días en los que quiere estar sola y odiar al mundo -en realidad, quiere que aparezcas sonriente para darle un abrazo que la haga sentir a salvo-, en definitiva, la mujercita complaciente y de buen humor con la que todos sueñan.

Soy una mujer jodida, a la que le importa muy poco verse "arregladita", suelo ser asfixiante y me encanta, disfruto mis días en casa sintiéndome sola pero acompañada, algunos chistes tontos me molestan demasiado y otros, sí, me dan risa. Bueno, digamos que no soy el ideal de novia, pero no me importa, porque estoy feliz siendo quién soy y, en este momento, no cambiaría nada de lo que he ganado en esencia para poder ser la "novia perfecta", ese título, simplemente, NO ME CALZA y, de algún modo -que talvez solo yo entienda- es lo mejor que me ha podido pasar en la vida.

Enamórense, vivan enamorados y si encuentran a alguien perfecta/o, búsquenle un defectillo, hace mucho más rico el proceso.

Bendita seas, menstruación

Ocho días al mes -qué fértil soy, carajo- soy bastante insoportable -no es que los demás días no lo sea- me enojo fácil, lloro por nada, me dan calores, me siento cansada y engreída, MUY engreída, escribo mucho y publico poco, duermo bastante, pero pésimo, estoy incómoda, respondo mal, quiero estar sola y que me acompañen, me contradigo y espero que me entiendan, no pido perdón, me da flojera bañarme, pero es inevitable que termine haciéndolo, no tengo ganas de hacer nada y tengo que hacer todo, esos días de regla -ahora que lo pienso- son la excusa perfecta para explotar mi carácter -o cosas que no pertenecen a él- y que nadie tenga derecho -o, siquiera, se atreva- a criticarme. Por eso, bendita seas, menstruación.


PD: Lo siento si con esta entrada hiero susceptibilidades masculinas -"ay, qué asco, la regla"-, he tratado de ser no muy específica acerca del engorroso proceso que es que te sangre el interior por una semana -más o menos- y que eso cambie tu humor y tu estabilidad. Gracias :)

jueves, abril 7

Mi Huancayo

Yo soy autóctona, indígena, chola, soy chola. Soy chola -porque- extraño mi cielo serrano en las mañanas, celeste y brillante, con nubes que dibujan siluetas, mi cielo repleto de estrellas por las noches, con los cerros a lo lejos, pintados de verde, ese cerro con una sola casita a la que llega el sol de lleno a cierta hora de la tarde, mi cielo poderoso, atemorizante, nada risueño y muy enojado, que retumba y patalea, anunciando un chaparrón de los buenos, mi cielo iluminado por completo a cada rayo, para que después los truenos se encarguen de avisar que las nubes ya se han roto, listas para llorar hasta que les expriman las entrañas y caiga la lluvia, renovando los valles y los corazones, caiga esa lluvia que no moja, que empapa, que forma ríos y obstruye calles, que libera del ruido de los autos, porque no te deja oírlos, que se lleva la luz, para ser la reina de la noche, la protagonista, para tener esa clase de noches tertuliosas, ricas en reflexión y carentes de máscaras; para después, poco a poco, emprender su camino de despedida, dejándote acurrucado, calentito, en esas noches dulces, sazonadas, donde la soledad es tal que estás sólo, acompañado por la lluvia -qué rico-.
Extraño, también, despertar a la mañana con un sol enceguecedor y el olor a mondongo o chicharrón, un buen café pasado y los murmullos del día, que recién comienza, extraño el pan bollito repleto de miga, donde la mantequilla se esconde, se reparte, se acomoda, el pan francés crujiente, acompañando un quácker humeante.
Extraño la tiendita al lado de la casa de mis abuelos, a Aida -la señora gordita, dueña del negocio- hablándome del clima o tratando de venderme algún cosmético por catálogo, extraño -en el camino de vuelta- darme un saltito a la casa de mis abuelitos y ver sus sonrisas al saber que solo entré para saludarlos y darles un abrazo, extraño el jardín trasero de mi abuela, sentarme con ella a comer mango, uvas o cualquier fruta de estación, mientras sus recuerdos se confunden con quejas sobre mi abuelito, donde sus sonrisas, de a ratos, se convierten en llanto, el sonido del llama ángeles de piedra que cuelga del ciruelo, anunciando que la tarde está en camino y, con ella, el sol emprendiendo la retirada, el susurro del viento diciendo que es momento de que Linita vaya a acompañar a su viejito a ver "Bonanza" o a jugar un partido de cartas -aunque de cualquiera de las dos maneras, él termine tomando una siesta-.
Extraño el lonchecito, con mi abuelito diciendo: "Justo hay manjarcito, ¿a quién le gusta? -señalándome con los ojos- ¿a quién le gustará, no?", sonreírle y comer 5 o 6 panes -aparte de porque me encantan- para oírlo decir, orgulloso, "esa es mi nietecita, no tiene nada de huantina, qué gusto da ver comer a la más chiquita de mis nietas", extraño que se excuse porque ya es hora de que descanse, extraño a mi abuelita, sentada en su silla con cara de cansada, pero ahí porque disfruta nuestra compañía y sabe que nosotras, la suya.
Además, extraño los domingos de caminata con Llubi, los domingos temprano, pasando el convento de Ocopa para llegar a nuestro paraíso escondido, mientras en el camino las plantaciones de alcachofa se mezclan con gallinas cacareando y pequeños cerditos amamántandose bajo su rechoncha madre, llegar a nuestro cerrito, nuestro bosquecito de cuento, y sentir el olor a tierra húmeda que trata de librarse de los vestigios de la lluvia, el musgo verde, intensamente verde, sonriendo depresivo a nosotras, las extrañas, el olor a eucalipto, sus hojas cayendo a nuetsros pies, los atajos improvisados, la mesa de piedra en la que me echaba a ver mi gran Valle del Mantaro, mi valle verde, por ratos gris, colmado de árboles, pero también de casas, anuncios y comercios -que van en aumento constante- extraño mi Huancayo, el bonito y el caótico, el lluvioso y el de sol seco, asfixiante, con olor a axilas y techno-folklore de fondo musical; el cálido, que me deja observarlo, apacible, y sentirme plena desde el sofá de mi casa, escuchando Bossa Nova con letras andinas, extraño mi Huancayo que intenta ser Lima, mi Huancayo que llena Real Plaza todos los días, mi Huancayo que prefiere un pollo soso y diminuto de KFC, que unos anticuchos sabrosos del Parque Túpac, mi Huancayo que ahora vende helados de leche fresca en pleno centro comercial, mi Huancayo que se enorgullece del teatro, del arte, de sus artistas, mi Huancayo que abuchea y vende, las cosas que acaba de robar, a 2 cuadras del lugar que más capital percibe en toda la región, extraño a mi Huancayo con las cosas que me encantan -me enamoran- y con las que sueño con cambiar, extraño mi Huancayo pueblo más que mi Huancayo ciudad, extraño mi Huancayo, mi delicioso y cholo, muy cholo, Huancayo.

lunes, abril 4

Haciendo lo que no se supone

Hay cosas en la vida que uno espera siempre, incluso sin saber que lo hace, con las que uno sueña hasta cuando está despierto. Cosas que tienen que ver con lo que pensamos, sentimos y defendemos, una de esas cosas, en mi vida, era -y es- poder compartir un momento con René, el vocalista de Calle 13, charlar acerca de eso con lo que, al igual que él y que yo, muchas otras personas soñamos. Si bien aún ese sueño no se ha cumplido, estuve cerca, muy cerca de hacerlo real; él, para mí, es un hombre muy inteligente, auténtico, irreverente, dulce, sarcástico y de gran corazón, un hombre listo para luchar por lo que cree, para hablar de todo, para criticar sin miedo a las consecuencias, no porque tenga contactos o todo comprado, sino porque está educado, listo para dar una buena respuesta a quien se refiera a él y a su música-su ideología-como 'un simple reggaetonero' o 'alguien que rima huevadas con huevadas', un hombre de convicciones firmes y autenticidad implacable.
Definitivamente, todo aquello que creí -y creo- acerca de él no está nada lejos de la realidad, es un hombre digno de admiración, para él que no alcanzan los adjetivos, para él que aún no se han creado las palabras necesarias. René y su equipo, Eduardo, Ileana, Isma y toda su familia están haciendo lo que no se supone, lo que la gente no espera, están pro la revolución, sí, pero la revolución pensada, inteligente, dotada de educación, una lucha pacífica en contra de aquellos que se aprovechan del puesto que nosotros -el pueblo- les damos para hacer con nosotros lo que les da la gana, una lucha que educa, que une y que libera. Esta es una revolución que empieza desde abajo, que empieza en el hormiguero, poniendo todos nuestras manos, avanzando de a pocos para dar todos juntos un paso agigantado, para educar a nuestros niños, a nuestra Latinoamérica, para que nuestra tierra crezca y se sienta orgullosa desde sus raíces, para que el pueblo latinoamericano se sienta uno solo, se sienta capaz de alcanzar sus metas y superarlas, para que Latinoamérica sea una, sea nuestra.
"No es posible terminar la guerra con más guerra"

Un él.

Yo quiero un él que esté listo para abrazarme siempre, que me dé un beso en la mañana y me diga 'qué linda estás', que me sonría cuando estoy linda y cuando estoy fea, un él que tenga un detallito conmigo un miércoles por la tarde, que me cuide cuando esté enferma o simplemente cuando necesite que me engrían porque sí. Ese él que me apriete fuerte las manos cuando tengo miedo, para hacerme sentir que me protege, un él dulce, que baile conmigo en la lluvia, que camine de mi mano por la playa y me compare con un bonito atardecer. Un él, quiero un él que me levante el ánimo contándome al oído un chiste tonto, que me abrace mientras duermo después de almuerzo y siga ahí cuando despierte, que me tome de las manos y me haga sentir afortunada de tenerlo, que se detenga a escuchar mis pensamientos por más enredados que estén, que se tome el tiempo necesario para oír la música que me gusta y si, después de eso, no le gusta, me lo diga, que me mire a los ojos cuando me habla, que me mire a los ojos sin hablarme, que haga mi corazón latir fuerte con tan solo un mensaje. Un él que crea que el amor es algo bonito, que luche por eso, que, no importa si no entiende mi locura, la disfrute y la disfrute conmigo, que me llame en medio de la noche para decir 'te extraño', que haga reír a mamá, que sea capaz de mantener una conversación con papá y soporte la estridencia de mi enana, un él que me deje ser yo, porque ama lo que soy, que esté feliz cuando estoy con mis amigos y sin él, con amigos y con él y cuando estoy con él y sin amigos. Un él que le cuente de mí a sus amigos y ponga una foto nuestra en facebook sin que yo lo pida, que sea incapaz de maltratar a una mujer y respete la homosexualidad, que pasee sus dedos por entre mi pelo mientras me sonríe, que me haga masajes sin que lo pida, que entienda mis miradas y acepte mis silencios. Un él que hable conmigo, que confíe en mí, que sea mi amigo, mi mejor amigo, que camine descalzo para encontrarme y abrazarme por la cintura, que me tome entres sus brazos y me haga volar.
Quiero un él que me valore, sepa quién soy, me quiera y me respete. Un él de los que no sé si hay muchos, al que no le falte romance y no le sobre cursilería, que esté loco y diga cosas cuerdas. Un él que me haga soñar y ruborizarme, que me haga creer y me haga reír, que esté listo para darme la mano y darle la vuelta al mundo.
Quiero un él, eso quiero.
Y me compare con un bonito ataredecer.