jueves, diciembre 5

Un día, un ser robusto, grande y de mirada tosca entró en mi vida. Antes, ya había aparecido, lo había visto de lejos, no lo había dejado llegar a mí, siempre me habían cuidado de él, todo me decía que no era con quien debía hablar, que, si lo saludaba, decidiría quedarse. Nunca le dije "hola", tampoco le sonreí: decidí ignorarlo. Olvidaron decirme que hacer como si no existiera, no hacía que no lo haga, que eso alimentaba su existencia y su crecimiento. El día en que llegó me abrazó fuerte sin que yo lo notara, lo hizo mientras dormía, trastornó mis sueños, donde me sentía cómoda y tranquila. Creyéndose dueño de lo que soy, decidió por mí, me calló y me hizo suya: dejé de ser mía, para ser de él, de los demás. Este ser raro, confuso, al que le temo tanto, no dudó en hacerme suya una y otra vez cada que así lo quiso, yo, callada, sumisa, dormida, acepté, me dejé llevar. Hoy, me deshice del sueño, acepté la claridad, no necesité un espejo y me vi, me encontré, escondida detrás de ese ser, entre sus puños, bajo sus dientes, presa de lo que yo dejé que ese ser sea. Hoy, ese ser tiene un rostro, el rostro de todos mis miedos, de todo eso que pienso, que me detiene, que me detuvo hasta hoy. A partir de hoy, soy mía de nuevo, los miedos son míos y no, yo, de ellos, hoy, una vez más, soy yo.

lunes, abril 8

Me conoces, sabes de mí tanto como yo, de ti. Has crecido a mi lado y lejos de mí, yo intenté crecer, si lo hice, aún, es algo que no sé, te quiero aquí, todavía, así que supongo que no, no crecí y sigo siendo esa niña que dijo 'sí' a crecer contigo sin conocerte, esa niña que se dejó cautivar por la ilusión, por la dulzura y los detalles, esa niña que luego lloró al sentir que te ibas de sus manos y, hoy, cada que te ve volver piensa que volverás a ser suyo, como si alguna vez lo hubieras sido, como si le perteneciéramos a alguien más que a nosotros mismos. Esa niña aún te espera, cautiva en mí, con los ojos repletos de ilusión y unas ganas de amar(te) interminables. No soy capaz, no somos capaces, ni la niña, ni yo, de decirte adiós, de saber que te vas y dejar que lo hagas, pero soy incapaz, también, de permitir que conozcas a la niña y veas, en sus ojos, lo que no dejo que veas en lo míos, porque TENGO MIEDO.

sábado, febrero 23

Tenía un sueño lindo, un sueño hermoso y se cumplió. Se arruinó.
"La soñé y era real, más real de lo que fue cuando estábamos juntos, sonreía, como cuando nos besamos por primera vez. Me dijo cosas que ya no recuerdo, mientras bailábamos una última canción"
Esa noche, en los sueños de ella, estuvo él.
El sonido de las llaves yendo y viniendo sobre su mano era lo único que rompía el silencio de la calle, que, a esa hora, estaba iluminada solamente por la fría luna llena. Oyó un silbido del otro lado de la calle, que iba al son de su juego con las llaves, caminó un paso, talvez, dos y se detuvo: reconoció el silbido, era él, siempre había sido él.

miércoles, febrero 20

Me miento cada que tengo ganas, me cuento historias que no fueron y no sé si alguna vez serán, a veces, hasta me digo que sé qué quiero y es que me gusta creerme, porque miento muy bien, porque sé que soy crédula, porque cierro los ojos e imagino que es verdad, que soy real, que existo. Cuando me digo la verdad, sé que no soy más que un invento, que soy (¡wow!) un invento, que en la cabeza de alguien existo o existí, que algunas partes de mí son verosímiles, pero que ninguna es verdad, porque, también, me gusta creer que soy una ilusión, que alguien me sueña y me imagina, que soy el escape de su realidad.
Le dije, alguna vez, llena de miedo, que lo que quería escribir ya lo habían escrito, que no importa qué publique, ya existe o existió. Calmado y dulce, me respondió "no existe, aún, un libro firmado por ti y nadie escribió, aún, como lo hacés vos"

Y eso bastó.

viernes, febrero 1

I won't tell you what you wanna hear just because. I won't.