lunes, marzo 28

Ustedes, piedras.

A ustedes, los fuertes, los valientes, las rocas, los que soportan, los muros, ustedes, que son capaces de sonreír ante cualquier fatalidad, ustedes que no muestran cuando algo les duele, ustedes que siempre pueden afrontar los momentos difíciles, que sufren en la penumbra & para todos "están bien", los admiro. No por ser "fuertes", sino por soportar tanto tiempo tamaña estupidez, la vida es sentir, sentir, eso quiere decir-si es que no me equivoco al sentir-que es reír, pero también llorar, que es enojarse, pero también amistarse, que es patalear & también saltar, entonces si hay que sufrir, se sufre & se aprende del sufrimiento, se habla, se comparte, se da uno mismo el tiempo de estar mal, porque lo merecemos-el tiempo, el estar mal, no lo sé-merecemos tener tiempos en los que la sonrisa se haya ido & otros en los que no se nos quite de la boca, porque es lo saludable, lo que hace que crezcamos, que más tarde no explotemos, no me importa cuántas veces han tratado de explicarme que es un buen método, que uno aprende a vivir así, que una vez que te acostumbras, es fácil, porque no es así como funcionan las cosas, lo saludable, lo bueno, es compartir la alegría & la tristeza, porque para eso tenemos amigos, familia, parejas, somos seres sociales & como tales nuestro desarrollo, nuestra madurez no depende solo de quiénes somos con nosotros mismos, sino también con los demás.


Esta, como siempre, es una entrada bastante enredosa, pero a lo que voy es a no guardarse ni lo bueno, ni lo malo, no son mejores por no demostrar su sufrimiento, no son fuertes por eso, tampoco es algo que demuestre su valentía, para mí es simplemente falta de cojones, de esos que son necesarios para mostrarse vulnerable, para mostrarse igual de frágil que el otro.

No hay comentarios: