Nunca paré de cometer errores, ni planeo parar, vivir es eso, errar y aprender, o, a veces, sólo errar y volver a errar, reírse del error y seguir.
Sin notarlo, he llegado a un lugar en el que amo estar, después de mucho, me siento feliz, porque encontré un lugar al que pertenezco, llegué después de errores (y gracias a ellos), llegué aquí sin pensar, con tan sólo sentir, llegué desde antes, talvez desde siempre, sólo que recién hoy sé que estoy, estoy en mí y ¡qué rico se siente estar acá!
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