martes, septiembre 25


A todos nos pasa, talvez, a algunos más que a otros, porque, ya sabes, no somos todos tan suertudos como para encontrar mandarinas, pomelos o cualquier cítrico disponible cada fin de mes. Algunos tardamos más y eso hace que terminemos, por lo menos, una vez, preguntándonos si así estaremos al final: solos, y la verdad es que no lo sé, pero, por el momento, no me quita el sueño, tampoco la sonrisa, ni las lágrimas, claro, pero yo, hoy, me siento bien, porque no estoy sola: estoy conmigo.

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