miércoles, septiembre 30

Siempre vuelvo a mi primer vicio, a mi capullo, al escape seguro que es escribir. Siempre se me hizo fácil dejarme ir en las letras, botar mi corazón y mi cabeza acá, sin detenerme a pensar, solo a dejar ir. Hoy, hay cosas que aprendí a callar y ya no saben salir, no encuentran escape, se quedan conmigo y me construyen de nuevo, me arman a su forma, me detienen o me empujan, pero siempre están. Todo eso que guardo es mío, lo bueno y también lo malo, la fuerza y el miedo, todo me pertenece, yo dejé de pertenecerles. Hoy, de nuevo, soy dueña de mí, de lo que guardo y de lo que dejo ir. Así puedo vivir, dejar que la vida pase y lo que tiene que llegar, llegue. Hoy, hay sueños que todavía quiero perseguir y alimento mi fuerza para alcanzarlos, hoy volví a encontrarme conmigo, con mi fuerza y mi fe en que todo llega. Hoy, de nuevo, vuelvo a ser yo.

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