Las manecillas del reloj de la cocina de mi abuelo no han dejado de girar
El peral de mi casa sigue derramando sus hojas sobre el patio
Mi gato sigue ronroneando cuando duerme a mi lado
Y todavía bailo para aliviar el dolor
Pero la luz de mis ojos ya no está, se fue.
La luna ya está llena y es protagonista de esta noche
Mi abuelo ya tiene 88
Su café ya está dando frutos de nuevo
Mi gato ya necesita un baño
Y todavía bailo para aliviar el dolor
Pero la luz de mis ojos aún no está, todavía no volvió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario