jueves, abril 28

Dulzura


La canción empezó a sonar. Lo vi, con sus ojitos repletos de llanto, de tristeza, buscando los míos, le dije: "cámbiala", sonreí y él conmigo. Me dio un beso y entendí que lo que menos quería era, alguna vez, hacerme daño.

1 comentario:

Javier Muñiz dijo...

Hola, preciosas entradas, profundas, sinuosasmente bellas,bello blog, si te va la palabra perdida, la poesía, te invito a mi casa, un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen sábado, besos trepidantes..