lunes, septiembre 5

No sé si la tarde se había cansado de mí o yo de ella, si ya había andado todos mis pasos, si lo había besado lo suficiente, si mis lágrimas iban a secarse alguna vez o las suyas calmarían las mías. No sé si la ciudad recuerda mi olor o mi nombre, aunque yo recuerdo los suyos, no sé si mis lágrimas se mezclaron con las del cielo, pero sé que el cielo me lloró, me lloró como nunca antes me había llorado y solo fui capaz de susurrar un 'hasta luego'.

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