Hoy, después de algún tiempo, te encontré, de nuevo, en mis sueños, pude ver tus ojos y suspiré, una vez más, suspiré. Luego, tomé tu cuello entre mis manos y enredé mis dedos con tu pelo y, de nuevo, nos besamos. Tus manos rodeando mi cintura, acercándome hacia ti y dejando que mis latidos se confundan con los tuyos volvieron a sentirse reales, tan reales como ese beso de reencuentro y libertad, de ser.
Después, como era de esperarse, desperté, con esta rara sensación de tenerte cerca y listo para que flotemos juntos por un rato, con esta rara sensación que sigue siendo un sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario