Con algunas personas, existe un nivel de compatibilidad tal que, a veces, hasta parece innecesario hablar, decir, basta con mirarlas a los ojos y entender, entenderlo todo, el dolor, la alegría y hasta el miedo. Con algunas personas, sobra la conexión, la confianza, el entendimiento y, sin siempre decirlo, y, a veces, sin quererlo, nos dejamos ir, nos dejamos ser. El miedo va perdiendo espacio y puede más la alquimia rara de la compatibilidad, que solo puede sentirse, porque hacen falta palabras que la expliquen.
en tus ojos, esas personas entienden todo lo que decides callar o eliges no decir, porque tus ojos no aprendieron y nunca aprenderán a mentir, pero, a veces, hace falta decir, intentar, elegir hablar, aunque mirar a los ojos sea siempre la forma más sublime de, sin palabras, decir.
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