Un abrazo constante y algunos besos, el mismo abrazo y otros besos más y la sonrisa y la risa y ese mismo abrazo, como centro de todo, como contención del alma y liberación de la vida.
Ojos que brillan al verse, mientras el amanecer se asoma, manos todavía tímidas, pero cercanas y labios con sabor a chocolate que sonríen y besan.
El mismo abrazo y otro beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario