martes, marzo 22

Juegos de niños

De grandes, vivimos con miedo al mañana, a las cuentas, al desamor, a la violencia, a la delincuencia, al otro, a sentir, vivimos, talvez, con miedo a vivir. De niños, le temíamos a la oscuridad, al monstruo debajo de la cama, a no saber atarnos los pasadores, a no salir al recreo, pero no temíamos caer, ni perder, no le teníamos miedo al día siguiente, porque no nos importaba, no le temíamos al otro, porque era nuestro amigo, porque jugábamos y vivíamos, nos gustaba vivir, "era fácil vivir". 
De niños, soñábamos con ser superhéroes, veterinarios, doctores o profesores, soñábamos con llenarnos de cosas dulces, saltar hasta caer cansados, con jugar, con no parar de jugar, jugábamos a ser invencibles, sin importarnos que éramos mortales, vivíamos soñando el instante que vivíamos, vivíamos el día, el momento y eso era suficiente, cada día era, en realidad, un día nuevo, una aventura distinta, cada día era la vida entera y, así, vivir era mágico o era complicado, pero lo era solo por ese instante que era el que importaba. Hoy, de grandes, algunos sueñan con una casa, una familia, hijos, otros sueñan con escapar y algunos otros sueñan con no vivir, atrás quedaron nuestras ganas de disfrutar solo por vivir, lejos quedó nuestra comprensión tácita de la frase que tantos usan "carpe diem" y tan pocos entienden en realidad, ya no sabemos ser niños, desaprendimos a jugar, nos olvidamos de vivir. 
Hoy, de grande, yo sueño con saber ser niña, sueño con vivir, sueño con saltar en la lluvia y caerme en el lodo, sueño con llorar por esa caída y, al rato, olvidar mi llanto y vivir el instante siguiente en su totalidad. Hoy, de grande, quiero apagar la luz y notar que al único monstruo debajo de mi cama al que debo temer es a mi yo que olvida ser niña, a mi yo que no se deja vivir. Hoy, de grande, vivo por los momentos que me hacen sentir que es fácil vivir y quiero vivir todos mis días como si todos fueran mis únicos para siempre.

No hay comentarios: