viernes, marzo 11

Un conjuro

Todo es luz, como si fuera un capricho del sol, todo es luz. De pronto, una sirena y la luz que reflejan sus ojos, el sonido de su voz atrapando tus oídos y el brillo sobre su pelo. De pronto, una sirena y tu miedo que regresa, tus ganas de escapar y de soltar, tu frío, tu distancia y tu silencio. De pronto, una sirena y el miedo a romper la normalidad y, de pronto, la luz que todo cambia, las ganas de explotar y nadar tras de ella, perderte en su voz y en el brillo de su pelo, perderte en su amor. De pronto, una sirena y, de nuevo, el temblor en tus manos, la duda en tus ojos y la rapidez de tus latidos, la escalera al sueño y el mar para flotar en los momentos. De pronto, una sirena y otra oportunidad para vivir, para soñar y para amar. De nuevo, una sirena y tus manos y nadar y esa sonrisa. De pronto, la sirena y decidir entre la tierra y el mar.

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